Cliente privado, Barcelona, 2020

En esta reforma integral de un piso entresuelo de 110 m2, situado en una estrecha calle del barrio de Sarriá de Barcelona, la luz desempeña un papel fundamental. Con el objetivo de inundar de luz natural el piso, se optó por ampliar el espacio entre el recibidor y el salón, además de abrir la cocina para unificar las tres zonas en un único espacio. También se abrieron los huecos de las ventanas al patio de luces para proporcionar más luz y crear una circulación fluida con el exterior.

Cuando el sol se pone, la iluminación artificial, diseñada para brindar calidez y la iluminación adecuada a cada espacio, toma el relevo para realzar la arquitectura que define gran parte del mobiliario y aportar la estética mediterránea y llena de color que caracteriza a esta familia que ahora habita su nuevo hogar.

Proyecto en colaboración con Angel Valdés, arquitecto.

Fotografías por Sara Adroer.